Los miembros de los Aviadores Virtuales Asociados fuimos invitados al evento, al que acudimos sin pensárnoslo dos veces.

Por diversos medios, algunos llegamos a la capital aragonesa el viernes día 17, y empezamos a conocer en persona al resto de pilotos virtuales con los que íbamos a volar los dos siguientes días. Ese día estuvimos con ellos en el local escogido para la ocasión; la Casa de Juventud de la Almozara, completando los preparativos para empezar a volar pronto el sábado por la mañana. Montamos redes, ordenadores, y movimos las tres grandes mesas, que iban a albergar 24 ordenadores conectados en red. Luego conectamos y configuramos nuestros joysticks a los ordenadores dispuestos para la ocasión. Algunos se trajeron el suyo propio, como Raptor, que además de llevarse su Pc, se había traído el equipo de vuelo Trhustmaster completo, con un dispositivo Master Pilot multifuncional.

Nos sorprendió especialmente el asiento de vuelo que Ovi, el líder del Escuadrón 2000, se había construido para la ocasión. Contaba con los mandos de vuelo acoplados y tenía un potente altavoz montado debajo del asiento, haciendo percibir incluso la vibración de los motores de nuestros aviones virtuales.

Así fue como el sábado por la mañana, llegados los restantes pilotos virtuales, empezaron los vuelos. Se iba a volar en especial con el F-22 ADF, pero no íbamos a dejar pasar la posibilidad de realizar campañas con el Super EF2000, un simulador que reproducía el vuelo con el Eurofighter europeo. No obstante, había cierta expectación por los espectaculares F-15 y Longbow II de Jane's.

Del AVA, habíamos viajado hasta allí Gadget, Weimer, Thor, Ranger, Raptor y Tuckie, todos pilotos de SEF2000, aunque gracias a Gadget y otros pilotos terminamos por volar en Warbirds, que resultó ser el "simulador revelación" del encuentro.

El sábado por la mañana transcurrió a base de combates competitivos en el F-22 ADF, sin usar misiles. Registramos las grabaciones de vuelo y luego procedimos a analizar cada combate, saliendo a la luz cada error y cada maniobra bien hecha. Ni que decir tiene que todos aprendimos de todos con un método tan eficaz. También nos resulta mucho más fácil conectarnos para los vuelos en red; si alguno de nosotros tiene un problema, están los demás para ayudarle de inmediato. Se eliminó así la posibilidad de que nadie se quedase en tierra, algo que por Internet suele suceder a menudo.

Fruto de los aprendizajes, el combate aéreo se vuelve cada vez más calculado, más orquestado. Se cambia rápido de objetivo, se vigilan las seis, se trata de ganar altitud, de mantener en todo momento la velocidad óptima de giro, y de realizar una larga lista de acciones, comprobaciones y tácticas, orientadas a derribar y no ser derribado. Pero nadie es inmortal, claro. Quien más quien menos, todo el mundo cae, o se estrella. Los contrincantes son buenos y el combate es intenso.

Tan intenso, que cuando dejamos de ver claramente las pantallas por el efecto de la luz del sol entrando por la claraboya de la sala, algunos no se percatan de ello. Paramos de volar para estudiar una solución al problema; hay demasiada luz y casi no se ve nada en los monitores. No tardamos en encontrar rápidamente una solución casera, consistente en cortar a pedazos varias cajas de cartón y colocarlas sobre las pantallas a modo de parasol. Superado el problema, los vuelos prosiguen con normalidad.

A media mañana, los carteles que el Escuadrón 2000 ha colgado sobre el evento por toda la ciudad empiezan a atraer hacia la sala a numerosos curiosos. La mayoría entran casi de puntillas, con la boca abierta y casi extrañados por lo que estamos haciendo. Los menos han venido porque también son aficionados a la aviación como nosotros. Pero la mayoría simplemente observa unos momentos y se va sin haber entendido mucho. En este contexto, Raptor termina por ceder su ordenador a varios niños, que, boquiabiertos, escuchan sus explicaciones acerca de cómo volar. Los que se atreven a volar en el F-22 ADF enseguida encuentran que el vuelo en sí no es tan difícil.

Los vuelos siguen, pero muchos cambiamos de simulador y pasamos a SEF2000; iniciando una tanda de misiones cooperativas que volamos hombro con hombro, con el ordenador como adversario. Aprovechamos los largos vuelos de ida hacia el objetivo para entrenarnos en el vuelo en formación, a veces en posiciones algo anormales.

Transcurrido este intenso día de vuelos, en el que hemos comido un sándwich delante del ordenador para aprovechar más el tiempo de vuelo, vamos a cenar en grupos. Llega el momento de aparcar el avión y conocer a los pilotos virtuales con quien hemos compartido vuelos. No hace falta ni romper el hielo; entre pilotos nos entendemos.

Regresamos a la sala al día siguiente tras dormir en un albergue facilitado por el Escuadrón 2000. Un grupo proseguimos desde primera hora nuestra campaña con el SEF2000, mientras otros competían por ser el mejor en el F-22 ADF o el F-15 de Jane's. Gadget, ALV- y Pasao empezaron a hacer duelos de uno contra uno en Warbirds. Parecía que un simulador de aviones de la Segunda Guerra Mundial no cuadrase con el ambiente de vuelo a reacción de la sala, pero eso iba a cambiar. Pronto los pocos pilotos de Warbirds empezaron a acaparar la atención, tal era la calidad de vuelo de la que hacían gala. En un momento dado, la campaña de SEF2000 se detuvo y muchos nos dedicamos a contemplar a Gadget compitiendo con ALV-, ambos volando en sendos A6M Cero.

Tras probar un rato con Warbirds, aconsejados por los pilotos más expertos de este simulador, in situ, mientras estábamos volando, varios empezábamos a aprender el dominio de estos delicados aviones. No era lo mismo volar en reactores como estábamos acostumbrados en ese momento, en los la pérdida de velocidad se recupera rápidamente, a hacerlo con aviones de hélice que requieren el tener claro cuál va a ser la siguiente maniobra, como si de una partida de ajedrez se tratase.

Aprendidos nuevas formas de volar, también tuvimos ocasión de probar Longbow II, cambiando las hélices por los rotores de los helicópteros. Los pilotos expertos en este otro complejo simulador nos comentaron algunas tácticas de vuelo esenciales.

Me quedé unos minutos contemplando el espectáculo de la sala. Al levantar la vista del monitor me di cuenta del bullicio general, mayor que el del sábado. Había más público. Parecía más interesado que el del día anterior. Me decidí a dar una vuelta por la sala para ver cómo volaban los otros pilotos virtuales. Estuve viendo de todo, siempre había quien era más experto en un simulador que en otro, y cada cual tendió a volar allí en su favorito. Por ello, me gustaba, además de realizar mis propios vuelos, detenerme a observar los momentos más movidos de una peligrosa misión o de un apasionante combate, sobre todo si detrás de los controles había un buen experto que manejaba el aparato.

Poco después regresamos a las campañas de SEF2000. Quisimos terminar apresuradamente la campaña que habíamos iniciado el día anterior, por lo que volvimos a volar, esta vez un poco a la desesperada.

Por más que lo intentamos, las prisas por que saliesen bien las misiones y lo precipitado de volver a volar, la campaña la estábamos perdiendo. Corrían ya las primeras horas de la tarde, y todavía nos quedaba un buen viaje para regresar a nuestras casas, así que empezamos a recoger todo, y con gran pesar, nos despedimos del resto de pilotos virtuales hasta la próxima ocasión. Pero antes nos hicimos la foto de grupo de los que habíamos compartido más de 48 horas de intensos vuelos, competiciones y sobretodo, de aprendizajes indispensables para el vuelo virtual.

   Ernest "Tuckie"